Santo Domingo. – A propósito del Día del Maestro que se celebra el próximo martes 30 de este mes, varios profesores de nuestro Instituto Superior de Formación Docente Salomé Ureña (ISFODOSU) compartieron parte de sus satisfacciones, visión y amor por el magisterio.
Sus vivencias, entrega y deseos de dar lo mejor de cada uno para contribuir en la formación de las futuras generaciones de profesores son pruebas más que fehacientes de su compromiso profesoral.
Yolanda Liriano, profesora de ISFODOSU recinto EPH
“Enseñar es mi pasión, por eso lo asumo con tanto respeto y compromiso. Quiero que mis estudiantes me recuerden como una buena maestra que le enseñó no solo conocimientos, sino que además compartió prácticas humanas de solidaridad, y esperanza que los hicieron mejores seres humanos”
Carlos González, profesor de ISFODOSU recinto UM
“Para mí el magisterio ha sido una experiencia que no cambiaría por ninguna otra carrera. Significa servicio, entrega, pasión, dedicación, esmero y sobre todo gratitud”
Pedro Reyes, profesor de ISFODOSU recinto JVM:
“El magisterio es parte de mi vida porque con el paso de los años continúa siendo importante en mi existencia. Significa mucho el poder dar y recibir a cambio el placer de saber que otra persona pueden aprender. Impartir docencia en medio de esta pandemia del coronavirus ha sido impactante porque al mismo tiempo de enseñar he ido aprendiendo”
María Trinidad, profesora de ISFODOSU recinto EMH:
“La mayor satisfacción que he tenido siendo maestra ha sido la oportunidad de transformar vidas”
Juan Fermín, profesor de ISFODOSU recinto FEM:
“Mi mayor satisfacción ha sido poder enseñar a miles de jóvenes en todo el país a triunfar en la vida, utilizando el arte como una herramienta de superación personal. Verlos como llegan y luego verlos salir convertidos en todo un profesional de la educación”
José Luis Rodríguez, profesor de ISFODOSU recinto LNNM:
“Estudié magisterio por vocación, entendía que tenía la facilidad de que me entendieran y siempre estaba en esa labor, desde niño siempre me mantenía enseñando a los otros amiguitos de la comunidad, del barrio hasta que tuve la oportunidad de iniciar. Mi mayor satisfacción es ver como el granito que yo aporto sirve en la construcción de una gran persona”
