De ISFODOSU para el mundo: Egresado de “La Pedagógica Dominicana” publica libro de poemas en el extranjero

Viernes, 24 Julio 2020

De ISFODOSU para el mundo: Egresado de “La Pedagógica Dominicana” publica libro de poemas en el extranjero
Francisco González Corporán es un joven de San Juan de la Maguana que pasó muchas vicisitudes y tropiezos en su adolescencia, lo que unido al abandono de sus padres biológicos y luego a la muerte de quienes lo criaron, se convirtieron en ese momento en situaciones difíciles de superar.

Después de dejar de practicar béisbol a los 14 años deporte que amaba y era su pasión, decidió terminar el bachiller en Santo Domingo, donde estuvo a punto de tomar el camino equivocado por algunas malas influencias.
Afortunadamente hizo caso omiso a esas riendas y regresó a su natal San Juan de la Maguana para iniciar sus estudios universitarios.

Su amor y vocación por la escritura de poetas despertaron mientras cursaba el proceso de nivelación que pasan algunos aspirantes para ingresar a estudiar al Instituto Superior de Formación Docente Salomé Ureña (ISFODOSU).

A pesar de que Francisco tuvo que hacer dos nivelaciones para ingresar a esta academia y formarse como maestro, no tuvo inconvenientes de graduarse con honores por su entrega a los estudios, lo que luego le permitió concursar para conseguir una oportunidad de irse a realizar un postgrado en el extranjero.

Hoy en día, Gonzáles Corporán es egresado de la Licenciatura en Educación Básica Segundo Ciclo de las áreas de Lengua Española y Ciencias Sociales de “La Pedagógica Dominicana”, Recinto Urania Montás. Está finalizando su maestría en La Coruña (España) por una beca que obtuvo en ISFODOSU y recientemente también publicó su primer libro de poemas titulado “Añoranzas Otoñales”.

A continuación, les invitamos a conocer más sobre Francisco:

¿Cuándo nace tu vocación para ser maestro?
Nació en el segundo o tercer cuatrimestre de la carrera. En principio entre al Instituto a Educación Física, ya que había practicado deporte anteriormente.

¿Cómo conoces y llegas al ISFODOSU?
Lo había escuchado, además algunos de mis compañeros estudiaron allá. Luego me puse en contacto con la encargada de admisiones de mi recinto, a quien conocía desde pequeño y me motivó a tomar la prueba. A decir verdad, ella es el artífice de todos los logros, pues era consciente de que yo no iba bien y sabía que tenía talento. Me conoce desde niño.

¿Cómo valoras tu experiencia de estudio en la institución?
Es lo mejor que me ha pasado en la vida; llegué al lugar indicado, conocí a las personas idóneas, los maestros supieron explotar mi potencial y, sobre todo, disfruté al máximo cada momento. Realmente nunca sentí que estudiaba, me entusiasmé tanto que no quería vacaciones. Participaba en todas las actividades, asumí la institución como parte de mí y eso no fue bien visto por algunos compañeros, pero el éxito se mide por los resultados; los pronósticos y opiniones son factores externos, nada como lo que sientes y sabes que estás haciendo bien.

¿Cómo y cuándo despierta tu vocación para escribir poemas?
Fue algo increíble, la maestra Anexis E. Figuereo Santil colocó una imagen con dos niños en la pizarra; uno de piel clara y otro de piel oscura, el de piel oscura lloraba, ambos tenían un violín en la mano. Era la primera de las dos nivelaciones que cursé, el mandato era que escribieran un texto sobre eso. Yo puse como título “Violinistas”, hice un poema con una rima impecable, pero solo la maestra se percató de la hazaña. Todos nos miramos y a partir de ahí nació el poeta, el chico que todos los días escribía por lo menos un verso.

¿En tú metodología de enseñanza, motivas a tus estudiantes a escribir?
Mis actividades son todas de lectura y escritura, pues entiendo que el principal problema de nuestra educación es la indisponibilidad que tenemos, tanto maestros como estudiantes de leer como escritor y escribir como lector. En todas mis clases se motiva a la escritura productiva, una forma de saber si realmente nuestros discentes están aprendiendo. Mi trabajo fin de máster fue sobre escritura productiva, pero no dejo de lado la importancia de leer, es lo fundamental para escribir correctamente.

¿Cómo fue esa experiencia de compartir poemas con tus estudiantes?
Maravillosa, porque cada vez que les leo uno de mis poemas los motivo, ellos pueden ver en mí un ejemplo y no desaprovecho la oportunidad de expresar lo que mejor sé hacer en cualquier escenario que sea pertinente. Hacer literatura es mi pasión y la poesía es aquello que me vive y me fortalece como maestro, los estudiantes aprenden a elaborar lo bello a partir de lo que parece simple, y eso no tiene precio.

¿Cómo logras obtener tu beca para estudiar en España?
Hay algo que yo tuve claro desde que entré de lleno y me identifiqué con esta gran institución; no es posible encontrar un alma mater con mayor escala de valores humanos y oportunidades de crecimiento como el ISFODOSU, al menos en nuestro país. Lo digo porque participé en talleres, congresos, seminarios, concursos, olimpiadas y movilidad estudiantil en Colombia, pero sigo siendo un embajador de la institución a la que le debo todos los éxitos de mi vida. Luego de ese recuento, te digo que desde que dijeron beca, ya estaba ahí pendiente, porque lo había tenido todo, esa era la tapa al pomo, además de un sueño que nació justo en el lugar donde se cumpliría. Fue un proceso riguroso, competimos muchos buenos estudiantes, nadie estaba seguro, pero lo logramos. Hoy honramos a la institución que nos dio una oportunidad inigualable, en mi caso me las ha dado todas y las he sabido aprovechar al máximo. Yo soy del ISFODOSU para todo lo que mi hogar requiera de mí, pues me lo ha dado todo.

¿Qué maestría estás realizando y cómo ha sido ese proceso?
Mi máster es en Estudios Avanzados del Lenguaje, la Comunicación y sus Patologías. Al principio un poco difícil la adaptación, además es interuniversitario; Universidad de la Coruña, Universidad de Zaragoza y Universidad de Salamanca.

Tuve mis momentos difíciles, pero nunca desmayé. en alguno de mis poemas habla de los sueños que quitan el sueño y de eso se trata, además llevamos sobre nuestras espaldas una institución de gran prestigio, no solo en el país, sino en la diáspora. Salí como un estudiante sobresaliente de mi país y terminé el máster de la misma forma, es lo menos que podemos hacer para gratificar el esfuerzo y la confianza que ha puesto el instituto en nosotros.

¿Cómo surge la oportunidad de publicar tu primer libro?
Solo me puse en contacto con varias casas editoras, revisaron el material que ofrecía y todas me respondieron afirmativamente, pero como todo en la vida tocaba elegir una. Eso fue lo único, lo demás eran asuntos de logística.

¿Cómo te sientes al publicarlo en otro país?
Con un poco de nostalgia, pero también orgulloso porque eso habla bien de nosotros, de la calidad de nuestra formación, además son huellas que trascienden las fronteras y eso es crecimiento, claro, gracias al ISFODOSU. Lo rectifico porque de lo mucho que me ha brindado emanan todas estas buenas noticias.

¿Llegará a distribuirse en el país?
Ya se puede comprar en el país, pero a través de las tiendas virtuales, la editorial también lo ha puesto en circulación en varios países de Sur y Centroamérica, aunque si el Instituto lo quiere así estoy dispuesto a buscar alternativas para su difusión en el país.

¿Hay planes para un segundo?
Sí, de hecho, junto a la alternativa pasada está la de publicar otro poemario, quizás más adecuado al país y al contexto educativo como tal, es que tengo cerca de 200 poemas escritos y este primer libro solo contiene 29 y 92 páginas. Yo quiero seguir publicando, pero esta vez con el nombre de la institución.

Sobre su regreso al país

En cuanto a sus planes cuando llegue al país próximamente, Francisco dice que por el momento toca cuidarse, pero que a la vez tiene compromisos con su Alma Mater y también continuar escribiendo, algo que no puede parar de hacer. González tiene planes de hacer algunas actividades de promoción, que por el momento tendrían que esperar por la situación sanitaria actual.

“De lo que sí estoy seguro es del placer y el orgullo que me causa devolver a mi casa algo de lo tanto que me ha dado y te cuento que mi condición con la institución es incondicional. No tengo, lo que requieran de mí, ahí estaré”, expresó el joven oriundo de San Juan de la Maguana que se convirtió en escritor.